Región de La Araucanía, 11 de marzo de 2014.- Cada año, cerca de cincuenta mil animales -principalmente bovinos, ovinos y caprinos- suben a los campos de pastoreo cordilleranos (CPC) en las fronteras de la región de La Araucanía para alimentarse con pasto tierno y dejar descansar los valles interiores, en la tradicional práctica denominada “veranadas” donde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) realiza un riguroso control con el fin de prevenir la introducción de enfermedades exóticas a Chile.
La Directora del SAG en La Araucanía, María Teresa Fernández, explicó que el objetivo de los controles sanitarios es la detección precoz de cualquier enfermedad exótica. “La labor del Servicio es asegurar que los rebaños que regresan a los valles de invernadas no han incurrido en riesgo sanitario y siguen estando sanos para incorporarse al ganado de las comunas”, puntualizó.
Fernández agregó que en su reciente visita a los campos pastoreo cordilleranos y, según lo informado por los profesionales que realizan las inspecciones en las zonas limítrofes, a la fecha las diversas actividades que se llevan a cabo tanto por los productores como por el SAG se han desarrollado con normalidad. “Los animales se encuentran en buenas condiciones sanitarias y de alimentación”, precisó.
El médico veterinario César Bonilla, Encargado Regional (S) de Protección Pecuaria, indicó que “se considera que una enfermedad es exótica cuando ésta no existe en el país, ya sea porque nunca estuvo presente o porque fue erradicada; por lo tanto, el país es libre de ella”. En este sentido la labor del SAG es prevenir la introducción de enfermedades no presentes en Chile tales como fiebre aftosa, estomatitis vesicular, peste porcina clásica, anemia infecciosa equina lengua azul, entre otras.
Para prevenir la introducción de este tipo de enfermedades el control en los campos de pastoreo cordillerano comienza con un censo poblacional de los animales de las comunas señaladas, identificación con arete de los animales nacidos durante el año, inspección y autorización de subida de animales a las veranadas, inspección visual y/o clínica periódica de los animales durante su permanencia en las veranadas y finalmente inspección y autorización de bajada de los animales a sus invernadas.
“Con estas medidas el SAG mantiene el control sanitario en los animales, pudiendo realizar una detección temprana de cualquier enfermedad exótica y en caso que ocurra activar los sistemas de control establecidos por el Servicio”, detalló Bonilla.