Región de Antofagasta.- Gracias al oportuno aviso de una vecina, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, de Antofagasta pudo recuperar un polluelo de aguilucho de dos semanas de vida que había sido abandonado en Quillagua.
El ejemplar, que se encontraba en buenas condiciones de salud, fue estabilizado y ha recibido durante estos días todos los cuidados necesarios para mantenerse vivo, un arduo y complejo trabajo que han realizado los inspectores e inspectoras que están a su cuidado, pues al igual que todo bebé, debe ser alimentado cada cuatro horas y mediante un sistema bastante particular; se manipula un títere que simula ser su madre. Esta técnica es utilizada para que el ejemplar no se acostumbre a la presencia del ser humano y así poder asegurar que su regreso a la vida silvestre sea un éxito.
“Estamos realizando las acciones necesarias para lograr la total estabilización del ejemplar en nuestro servicio, la idea es que prontamente sea entregado a un centro especializado de rehabilitación, lugar en donde los especialistas decidirán si cumple con los requisitos para ser liberado en su medio natural o bien deba permanecer en cautiverio”, indicó la Directora Regional del SAG, Angélica Vivallo.
El aguilucho (Buteo polyosoma), es una especie protegida por la Ley de Caza que en su artículo tercero establece dos criterios para su protección; es considerada una especie beneficiosa para el desarrollo silvoagropecuario y es considerada benéfica para el equilibrio de los ecosistemas naturales. Esta especie de aguilucho es la más común en Chile, son aves de rapiña fornidas y de alas anchas, pueden ser vistas a menudo durante el mediodía planeando en las térmicas (corrientes de aire caliente). Para identificar a los aguiluchos, hay que fijarse en el patrón de la cola, en la presencia o ausencia de una barra oscura casi en la punta de ésta.