Gracias al importante rol fiscalizador que el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) realiza en el control fronterizo del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez, el pasado 2 de agosto, el inspector Oscar Sepúlveda junto a su perro detector Goren, descubrió la presencia de productos sospechosos que constituían una potencial amenaza al patrimonio fito y zoosanitario de Chile.
Se trataba de un pasajero que en su Declaración Jurada conjunta SAG-Aduanas, dijo traer consigo productos de origen vegetal y animal que fueron revisados por personal del SAG y que resultaron ser de libre ingreso. Una vez finalizada la inspección del equipaje, se le pidió que vaciara sus bolsillos –previamente “marcados” por el can– en los que portaba ocho unidades de plantas de arándanos que no pudo justificar.
En el intento por ingresar estos productos, se comprobó que el sujeto tenía una clara intención de esconderlos tanto de las máquinas de rayos X, como de la revisión normal de equipaje. Por tal razón y de acuerdo a lo estipulado en la normativa vigente (D.L. 3557, modificado por la Ley N° 20.161, artículo N° 21, modificado por la Ley N°20.275), la institución procedió a cursarle un Acta de Denuncia y Citación por faltar a la verdad, cursándosele además una multa de 30 UTM ($1.377.000 aproximadamente), los que fueron cancelados en el momento por el infractor.
Al respecto, el director regional del SAG Región Metropolitana, Oscar Concha, explicó que “nuestra institución cuenta con canes especialmente entrenados para detectar más de 60 olores. Se trata de un método no invasivo que refuerza la inspección que realizamos en las máquinas de rayos X. Es importante que las personas entiendan que nuestra labor se orienta a proteger el excelente estatus fito y zoosanitario que hoy nos caracteriza y el cual permite que nuestros productos que ingresan en los mercados internacionales sean sanos, inocuos y libres de plagas y enfermedades”.