El Gusano Blanco de las praderas es una especie de coleóptero conocido comúnmente como pololo café, pololo verde o San Juan. Según informó el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) no es una plaga cuarentenaria, sino más bien una plaga nativa que habita principalmente en la zona sur, entre las regiones del Maule y Los Lagos, y es bastante común su distribución en praderas.
El director regional del SAG de Los Lagos, Andrés Duval, señaló que a contar de este mes la entidad ha comenzado a recibir denuncias sobre la presencia de este gusano en las comunas de Castro y de Puerto Montt. “Lo que se aprecia es la larva del insecto, que es la fase previa a evolucionar a su estado adulto. En esta etapa se alimenta de las raíces del pasto y dependiendo de la cantidad de individuos presentes en un sector o área puede ser muy agresivo, provocando daños sobre el 80% en los pastos”, dijo la autoridad.
Asimismo, Duval precisó que “al parecer, este año se observa mayor incidencia de la plaga, lo que podría estar relacionado con la menor cantidad de precipitaciones en la zona y la existencia de temperaturas más altas. Razón por la cual el daño en praderas es más visible también y puede estar afectando mayores superficies. Estos gusanos se encuentran en el suelo entre enero y noviembre, alimentándose de las raíces de las plantas o de troncos en descomposición”.
De acuerdo a lo señalado por la autoridad del SAG, el daño que provoca el insecto es la desaparición, por consumo, de los pastos que habitan en una pradera.” La larva se alimenta de manera subterránea y habita entre 10 a 15 centímetros de profundidad de los suelos, desde allí consume la raíz y luego lo que nosotros observamos es la defoliación de la pradera”, explicó.
Recomendaciones de Control
Duval comentó que, por tratarse de una especie que habita bajo el suelo, el control químico a través de un insecticida es poco exitoso. Lo que se recomienda es que al establecer una pradera o durante la siembra de pastos el agricultor evalúe la aplicación de un insecticida. No obstante, esta recomendación no es viable cuando el gusano ataca praderas que están establecidas hace tiempo. En ese escenario, lo que se sugiere es voltear las praderas o ararlas para que se expongan las larvas y éstas puedan ser consumidas por las aves (control natural).
“Cuando los daños son muy evidentes y muy extensos, donde no se vislumbra recuperación de la pradera, lo recomendable es volver a sembrar e implantar una nueva pradera, la que puede llegar a ser lo suficientemente vigorosa para que posteriormente estos gusanos no afecten su calidad”, puntualizó el director regional.
Denuncias
Cabe señalar que agricultores han efectuado denuncias al SAG solicitando que realice acciones para su muestreo y control. En ese sentido, Andrés Duval reiteró que por tratarse de una plaga habitual, que no tiene carácter de cuarentenaria ni reglamentaria, y dada su amplia distribución en el país, no corresponde al Servicio realizar acciones de vigilancia al respecto. “Se recomienda que los propietarios, que observen daños provocados por esta plaga, realicen las acciones de control de acuerdo a las medidas existentes. El SAG no realiza acciones de control sobre esta plaga. No es su función. En este caso, el problema es de común ocurrencia en la región”, finalizó.