Según el Servicio Agrícola y Ganadero, las principales infracciones se cursan por cambio de categorías, falta de rótulos y engaños en los cortes.
Santiago, 12 de septiembre de 2016.- El Ministro de Agricultura, Carlos Furche, junto al Director Nacional del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Ángel Sartori, e inspectores de esta institución del agro, encabezaron un operativo de fiscalización de la Ley de Carnes en el Mercado Matadero Franklin de Santiago.
Durante el proceso de fiscalización –labor que se realiza permanentemente, pero que se intensifica durante las Fiestas Patrias– el SAG se preocupa de velar por el cumplimiento de la normativa vigente. Además, en los locales de expendio, fiscaliza el cumplimiento de la normativa en vitrinas, cortes envasados, cartelería y registro de venta.
El Ministro Furche, explicó la razón de la visita al matadero. “Esta semana es seguramente una de las semanas que más carne se vende en nuestro país, y lo que hace el SAG regularmente, es fiscalizar que se cumplan las disposiciones de la Ley de la Carne, que obliga a una cierta clasificación, de manera que si una carne que está clasificada con letra “V” sea efectivamente letra “V”, que si se señala que es de origen nacional, lo sea; lo mismo en el caso que tenga origen importado. Para eso se hace una revisión documental, de los cortes e incluso de las áreas donde la carne está sometida a congelamiento antes de ser entregada el consumidor, porque nos interesa que ellos estén bien resguardados en sus derechos”, señaló.
La máxima autoridad del agro, señaló además que “las anormalidades más habituales tienen que ver con la clasificación, con que una carne que aparece en una categoría más cara no corresponda; o alguna anomalía documental también. Por eso se hace fiscalización a nivel minorista, a nivel de los mercados y a nivel de los mataderos, ya que las anomalías pueden detectarse a lo largo de toda la cadena productiva”.
Por su parte, el Director Nacional del SAG, Ángel Sartori, agregó que “el SAG sólo en la Región Metropolitana tiene un programa que incluye 900 lugares a fiscalizar y ya se han revisado alrededor de 600 de ellos. Por eso resulta fundamental que la ciudadanía compre en lugares formales, ya que nos interesa que la gente tenga la certeza de que el producto en estos locales está siendo bien tratado, que se está vendiendo lo que se dice, cumpliendo con la rotulación, que la clasificación sea la que corresponde, que diga si el producto es nacional o extranjero, etc.”.
Cabe señalar que La Ley de Carnes establece el sistema obligatorio de clasificación de ganado, tipificación y nomenclatura de sus carnes y regula el funcionamiento de mataderos, frigoríficos y establecimientos de la industria de la carne. Además, establece el sistema de trazabilidad del ganado y de la carne. Los principales objetivos de esta ley son regular los eslabones de la cadena de la carne que incidan en la calidad final del producto que llega al consumidor y mejorar la transparencia en la comercialización de éste.
Las principales causas por las cuales se cursan infracciones a nivel de los locales de expendio es el cambio de categoría, es decir, cuando se ofrece a la venta una categoría distinta a la adquirida, la falta de rótulos y que no se diferencien las carnes importadas de las nacionales. Otro engaño común se produce en los cortes, por ejemplo, vender huachalomo en vez de lomo vetado o punta paleta en vez de asiento. Esto se verifica mediante la revisión de los documentos que respaldan la compra (facturas y guías de despacho).
Los infractores se exponen a sanciones que van desde el pago de una multa que oscila entre 1 y 100 UTM ($44.243 a $4.424.300 aproximadamente) y el monto específico depende de la gravedad del incumplimiento detectado. En el caso de reincidencia en la falta, el SAG puede ordenar la clausura del local.