Tras una denuncia realizada por la diputada Cristina Girardi ante el Servicio Agrícola y Ganadero respecto al expendio de bebidas alcohólicas denominadas comúnmente como “pelacables”, funcionarios SAG realizaron fiscalizaciones a botillerías de la Región Metropolitana en las comunas de Conchalí y Renca. Allí se captaron muestras de estos productos conocidos popularmente bajo esa nomenclatura y que corresponden a bebidas alcohólicas comercializadas en formato de botella de vidrio de 296 cc, cuyo precio oscila entre $500 y $650 pesos, y que se ofrecen en el comercio formal, como también en ferias libres.
El Director Nacional del SAG, Horacio Bórquez, explicó que de acuerdo a los análisis físico-químicos realizados en el laboratorio de Química Enológica de Lo Aguirre del SAG a los productos muestreados que comúnmente se venden como ron, se estableció que se trata de una bebida preparada en base a alcohol etílico de grano, el cual es potable y apto para el consumo humano, por lo que no son productos tóxicos. No obstante, se determinó que los aditivos empleados como colorantes no se ajustan a lo señalado por la norma, pues el ron sólo se puede colorear con caramelo o aditivo E150 y en este tipo de producto se colorearon con amarillo tartrazina E102, cayendo en la calificación de producto adulterado. Lo mismo sucede con el grado alcohólico analizado, que en las muestras fue inferior al declarado en la etiqueta.
Durante la fiscalización se constató que los productos que se vendían en botillerías, si bien, habían sido adquiridos bajo el amparo de una factura o boleta del Servicio de Impuestos Internos, no figuraban en el registro de bebidas alcohólicas que lleva el SAG, por lo cual se procedió a cursar un Acta de Denuncia y Citación, dando origen a un proceso sancionatorio.
El SAG hace un llamado a la ciudadanía a denunciar ante el Servicio cualquier sospecha de adulteración de este tipo de productos que no corresponde a lo indicado en su etiquetado, así como al consumo responsable de cualquier bebida alcohólica.