Con el fin de determinar las causas que afectan a una significativa superficie del recurso pratense de Tierra del Fuego, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, desde marzo de 2019 ha realizado un intenso trabajo de prospección fitosanitaria en diversos sectores de las comunas de Primavera, Timaukel y Porvenir, para determinar el grado de afectación de aproximadamente 17.000 hectáreas de coirón Festuca gracillima.
Dicho estudio, incluye el uso de imágenes satelitales, muestreos en terreno, registro de datos, aislamiento y acondicionamiento de agentes biológicos, observaciones y registro fotográfico tanto de signos como de sintomatología de esta gramínea. Tras la revisión y análisis multidisciplinarios de más de mil muestras, los primeros resultados indican una alta frecuencia de detección de varias especies de hongos del género Fusarium, lo cual confirma que el daño observado en los coironales de Tierra del Fuego, sería atribuible a la acción de estos organismos.
El mismo análisis evidenció que no hay participación de ácaros, virus, fitoplasmas, bacterias ni de moluscos, como tampoco detección de enfermedades exóticas o plagas de carácter cuarentenario. En atención a lo anterior, el Seremi de Agricultura, Alfonso Roux y el director regional del SAG, Gerardo Otzen, se trasladaron hasta un predio rural de la comuna de Porvenir, para observar los ensayos que el SAG está realizando con el objetivo de encontrar una alternativa de solución que contribuya a controlar la enfermedad.
“El Servicio Agrícola y Ganadero está haciendo una prospección para determinar la magnitud del área total afectada. Ahora trabajamos en un ensayo para determinar cómo podemos mitigar el daño que está afectando al recurso. Definitivamente, el origen del fenómeno es de tipo multifactorial. Se ha observado sobrepoblación de insectos, y dos hongos que siendo habitantes habituales en los suelos de la Patagonia, han visto aumentada su patogenicidad. Esto, probablemente debido a los cambios que supone la modificación del clima, como mayores temperaturas y variaciones en la humedad ambiental y del suelo”, manifestó el director regional del SAG, Gerardo Otzen, luego de recorrer uno de los ensayos de prueba implementado por el Servicio.
Explica la autoridad del SAG que se están realizando algunos ensayos con agroquímicos para mejorar la capacidad del coirón en cuanto a recuperar su resistencia natural. Se está probando un fertilizante foliar, un insecticida para el control de larvas de lepidóperos y coleópteros, y un producto natural con acción fungicida. El trabajo en terreno también considera mediciones de las condiciones de suelo, humedad y temperatura para verificar si estos parámetros tienen relación con la problemática observada. “Esta es una experiencia que iniciamos en el mes de noviembre, y cada quince días personal del SAG viene a realizar las aplicaciones. Esperamos tener los resultados en marzo, y sólo hasta entonces sabremos cómo ha evolucionado la patología y tendremos las primeras orientaciones de posibles soluciones, que entregaremos a ganaderos y ganaderas para que tomen las herramientas que estaríamos entregando para tratar de solucionar este problema que aqueja también la Tierra del Fuego Argentina. No es solamente aquí donde está el problema”.
Gonzalo Pinto, encargado sectorial agrícola y forestal del SAG para la provincia en Tierra del Fuego explica que “la problemática del coironal se debe a la pérdida de su capacidad productiva en el tiempo, reflejada principalmente en que la planta se va secando, adquiriendo un color grisáceo, perdiendo su estructura vegetativa y reproductiva”. Igualmente, señala que dentro de la investigación realizada se han diagnosticado a través de los distintos análisis ejecutados, los hongos Lophodermium (en el follaje) y otros, del género Fusarium, tales como: Fusarium sambucinum, Fusarium acuminatum, Fusarium sp y Cylindrocarpon destructans, habitantes comunes de los suelos, y que junto a otros no detectados en esta actividad, son causantes de marchitez, caída de plántulas, y/o pudrición basal/radical. De igual forma, recalca que ciertas especies aún no han sido identificadas por el laboratorio SAG Lo Aguirre, lo cual es atractivo para esta investigación, ya que podríamos estar enfrentando especies más agresivas del mismo género. Agrega que algunos insectos en estado de larvas de coleópteros de las familias Curculionidae y Scarabaeidae se alimentan de raíces, raicillas y corona, y algunos nemátodos del género Anguinidae, lo que podrían aumentar la problemática que afecta y debilita a la planta, situación que actualmente está en investigación en los laboratorios del Servicio.
Para el Seremi de Agricultura, Alfonso Roux, la situación es preocupante, si se considera que en la isla Tierra del Fuego se concentra una parte importante de la dotación ovina de la región, cuya principal característica es el desarrollo de una ganadería extensiva: “Estamos en terreno para ver los estudios que se están realizando, y para determinar cómo combatir la plaga que afecta al coironal de la isla Tierra del Fuego, produciendo una disminución en la productividad ganadera. En ese sentido el Servicio y Agrícola y Ganadero ha iniciado un estudio para determinar un tratamiento para combatir esta plaga que aparentemente es un hongo y algunos insectos. Lo que buscamos desde la Seremi de Agricultura en conjunto los profesionales del SAG, es lograr recuperar la resistencia del coirón y logremos palear la problemática en general y poder obtener una mejor proyección productiva para este tipo de especies en Tierra del Fuego”.
Las autoridades esperan, entre los meses de febrero y marzo, tener una evaluación de los posibles cambios observados con los especialistas del laboratorio Lo Aguirre y la dirección regional. De igual forma, no se descarta establecer una nueva estación de trabajo en otros sectores afectados, apoyados con otros insumos que permitan observar posibles cambios favorables en el coirón.