Región del Biobío, 16 de diciembre de 2013.- Continuar con la estrategia diseñada por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) para controlar y suprimir la plaga forestal conocida como avispa taladradora de la madera del pino, fue uno de los acuerdos de la reunión del Comité Técnico Regional Fitosanitario de Emergencia por Sirex noctilio realizada en Los Ángeles, en la cual participaron representantes del sector público y privado de la Región del Biobío.
“Desde la conformación de esta mesa de trabajo hemos definido varias acciones para mejorar la coordinación interinstitucional, tanto con el sector público como privado; lo que nos ha permitido orientar nuestro trabajo e intercambiar ideas y opiniones con el fin de evitar la diseminación de la plaga en el corto plazo”, destacó Leonidas Valdivieso Sotomayor, Director Regional del SAG de Biobío.
En esta oportunidad, se presentó a los asistentes la situación sanitaria actual de la plaga en la Región del Biobío, la evaluación de los niveles de parasitismo de los controladores biológicos, entre otros temas. Dentro de los acuerdos alcanzados se definió la elaboración de material de difusión dirigido a los aserraderos de la región, con el objeto de darles a conocer los daños que provoca el insecto en la madera y la importancia de las denuncias de estos hechos, acción que será reforzada con capacitaciones dirigidas al personal que trabaja en estas empresas.
En relación al nivel de parasitismo en la Región del Biobío, el directivo calificó como exitoso el programa de control biológico implementado por el SAG, en conjunto con el sector público y privado, ya que de acuerdo a las últimas mediciones hay un 36,3% de parasitismo, lo que es un muy buen resultado para el corto plazo transcurrido desde su detección en la zona. “En nuestra región la plaga ingresó el año 2009, hemos trabajado arduamente y de manera oportuna en la inoculación y liberación de los controladores biológicos, lo que ha permitido tener buenos resultados en el corto plazo”, indicó Leonidas Valdivieso.
El SAG se encuentra trabajando con un complejo de controladores biológicos específicos para la plaga, los que permiten la contención y supresión de la plaga. Se trata de Megarhyssa nortoni, Ibalia leucospoide y Deladenus siricidicola.
Al programa de controladores biológicos se suman las actividades de vigilancia sanitaria y de cuarentena interna implementadas por el SAG, acciones que han posibilitado lograr un retraso del avance de la plaga a otras zonas del país, lo que sin duda ha permitido que ésta no provoque mayores daños económicos en la producción forestal, tal como ocurrió en el pasado en otros países, como tampoco limitaciones de las exportaciones forestales de maderas de pino por esta causa.
En nuestro país existe una superficie aproximada de un millón 500 mil hectáreas de plantaciones comerciales de pino, de las cuales unas 700 mil se encuentran en la Región del Biobío.