Gestionar acciones que velen por el buen desarrollo de la apicultura en la zona y la sanidad de las abejas, en el contexto de la detección de cinco focos de Loque Americana en las provincias de Elqui y Limarí, es el objetivo de una serie de reuniones, charlas y la coordinación de una mesa apícola está realizando el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) junto a la Seremi de Agricultura y a los apicultores de la Región de Coquimbo.
El fin es enseñar a los apicultores a identificar la presencia de la enfermedad que afecta a las larvas de las abejas y evitar la dispersión de la bacteria. El Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes explicó que “uno de los objetivos es poder entregar información sobre los focos que fueron detectados gracias a una autodenuncia y transmitir la tranquilidad de que el Servicio Agrícola y Ganadero está realizando su labor de fiscalización, pero también queremos destacar los acuerdos que hemos generado en una de las reuniones para establecer mesas de trabajo con el fin de visualizar a futuro el desarrollo de la apicultura a nivel regional”.
Por su parte, el Director Regional (S) del SAG, Gonzalo Vega, destacó que “el Servicio se ha reunido con los apicultores para informar, en primer lugar, la situación con los focos detectados de Loque Americana, una enfermedad bacteriana que está en Chile y está presente en nuestra región y, además, explicar la epidemiología de la enfermedad, cómo afecta a las abejas y la normativa legal vigente que tiene el SAG para tratar a las colmenas afectadas por Loque Americana”.
El apicultor de la comuna de La Serena, Cristian Fuentes, se refirió a la relevancia que tienen este tipo de instancias, pues “es importante reunirnos todas las partes pertinentes respecto de este tema y poder poner sobre la mesa nuestras problemáticas como apicultores, lo que aporta a encontrar soluciones”.
Desde el SAG en la Región de Coquimbo solicitaron a los apicultores tomar las medidas de bioseguridad recomendadas y revisar constantemente sus apiarios, con el fin de ver si se presentan síntomas de la enfermedad en las crías, las que aparecen irregulares, salteadas y con los opérculos hundidos y perforados. Las larvas muertas poseen un color que va desde el amarillo claro al marrón oscuro, siendo la consistencia de este material viscosa y filamentosa, pudiéndose estirar formando hebras de varios centímetros de largo, visualizándose como una “cría chiclosa”. En caso de observar uno o más síntomas, deben dar aviso inmediato al Servicio, puesto que la enfermedad es de denuncia obligatoria.
Las autoridades del Agro hicieron un llamado a inscribirse en el registro apícola del SAG a través de su página web www.sag.cl o en cualquier oficina provincial del Servicio en la región.