Entre el 19 y el 22 de junio una delegación de SENASA Argentina fue recibida por profesionales de la División de Protección Pecuaria del SAG, así como del Laboratorio Lo Aguirre y de la Región Metropolitana, con el objetivo de intercambiar experiencias en materia de control de dioxinas en productos para consumo humano y animal. La reunión se gestó a raíz del interés de las autoridades sanitarias trasandinas por implementar un sistema similar al desarrollado por el SAG en la detección y control de estas sustancias químicas nocivas, tanto para la salud de las personas como de los animales.
Entre las actividades desarrolladas, cabe destacar las presentaciones realizadas por funcionarios de los subdepartamentos de Control de Contaminantes y de Alimentos para Animales del SAG, quienes dieron a conocer detalles del Programa de Control Oficial de Residuos de la División de Protección Pecuaria en la detección de los contaminantes orgánicos persistentes como lo son Dioxinas, furanos y dl-PCBs. El objetivo principal de este programa es asegurar la inocuidad de los productos a través del monitoreo de los niveles de estas sustancias químicas en alimentos y piensos, así como establecer las acciones a seguir en caso de detectar niveles que superen los límites permitidos en la normativa vigente.
Visitas a terreno
Con el objeto de conocer más en detalle las técnicas analíticas utilizadas en la detección de dioxinas, se coordinó una visita de los representantes argentinos a profesionales del subdepartamento de Química e Inocuidad de los Alimentos del Laboratorio Lo Aguirre, así como con el laboratorio Farmavet de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile. De esta manera, pudieron observar en la práctica la toma y envío de muestras, y visitar algunos establecimientos fabricantes de productos pecuarios en la Región Metropolitana.
Finalmente, hubo una instancia donde ambos servicios sanitarios analizaron casos reales de contaminaciones ocurridas tanto en productos de consumo humano como de consumo animal, poniendo énfasis en la importancia de realizar acciones rápidas y coordinadas entre las diferentes instituciones públicas, como lo son el Ministerio de Salud y ACHIPIA en Chile, y así evitar la introducción de este tipo de peligros en la cadena productiva y asegurar la inocuidad de los productos.