Región de Atacama.- El Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, desarrolló a inicios de mes nuevas lecturas en terreno de los humedales que componen el corredor biológico Salar de Maricunga-Laguna del Negro Francisco, incluidos en la convención Ramsar, complementando un estudio presentado el año pasado, en que en base a imágenes satelitales monitoreó las vegas del lugar entre los años 1995 y 2012.
De acuerdo a Mario Ahumada, encargado nacional de gestión ambiental del SAG, la institución espera analizar el sector de aquí a cinco años más, tiempo en que podrán extraerse algunas conclusiones más precisas sobre el estado de los diferentes humedales, teniendo en cuenta que sus condiciones hídricas han sido afectadas por actividades mineras presentes y por las consecuencias del actual periodo de sequía.
En relación al periodo de sequía que afecta la zona, Ahumada señaló que en comparación al año pasado el lugar se observa más seco, al registrarse mayor cantidad de rastrojos (tejidos aéreos de vegetación en receso) y menores niveles de agua superficial en humedales que están en mejores condiciones. No obstante, explicó que basta un año lluvioso para que estas condiciones puedan revertirse.
El profesional agregó que el plazo del estudio en terreno abarca un ciclo climático completo, luego del cual es posible reconocer tendencias. Con ello, señaló, “podemos establecer una buena línea base en el tiempo, que permita ver el comportamiento de estos sistemas con respecto al cambio climático de que se habla, porque si uno busca en bibliografías o investigaciones, la verdad es que no hay datos de una serie de tiempo muy largo”.
El SAG actualmente mantiene en la zona seis transectas (líneas de medición de vegetación), cinco de ellas en los humedales mencionados, más una en la vega de quebrada Villalobos, la que por su buena salud sirve como comparación para la investigación de las demás.