Hasta el humedal Lenga, ubicado en el Santuario de la Naturaleza de Hualpén, llegó la subsecretaria de Agricultura, Ignacia Fernández, junto a la seremi del Biobío, Pamela Gatti y el director regional (s) del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), César Escobar, para realizar un censo de avifauna, mediante avistamiento con binoculares, catalejos y un dron.
Esta actividad se realizó en el marco del proyecto "Monitoreo de rutas migratorias en aves silvestres del valle central de la cuenca del Biobío", con el objetivo de caracterizar cuerpos de agua–como tranques, ríos y lagunas¬– y las aves que allí habitan para controlar, de esta manera, el desarrollo de nuevos casos de Influenza Aviar (IA) en la región.
En el lugar, la subsecretaria Fernández realizó una positiva evaluación del trabajo que está realizando el SAG en la región del Biobío y recalcó la importancia de mantener estas labores para prevenir nuevos casos de IA. “Este es un monitoreo que está en ejecución desde hace meses para analizar los flujos migratorios de aves, hacer seguimiento y cuantificar la cantidad de especies y sus movimientos. De esta forma podemos ver si hay casos de animales portadores que pueden ser un potencial riesgo de contagio a planteles industriales y aves de traspatio”, recalcó.
“En agosto del año pasado Chile fue declarado país libre de Influenza Aviar altamente patógena en aves de corral. Esto, gracias al trabajo del SAG que cumplió con todas las acciones, vigilancia y plazos establecidos por la Organización Mundial de Salud Animal, pero esto no quiere decir que hayamos bajado la guardia, al contrario, seguimos trabajando intensamente y desplegados en todo el territorio nacional para evitar nuevos contagios”, agregó.
A través de este tipo de monitoreos se puede identificar cómo el virus está circulando en las aves, además se realiza caracterización, capturas, anillamientos y tomas de muestras de las especies de avifauna presentes en dichos lugares.
Así lo explicó el director regional (s) del SAG Biobío, César Escobar. “Este proyecto comenzó a operar en septiembre del año pasado, fecha desde la cual funcionarios del servicio ha caracterizado 13 sitios, seleccionando seis para efectuar la captura, anillamiento y toma de muestras”, señaló. La autoridad además detalló que a la fecha “se han muestreado 340 aves y se han realizado muestras ambientales en cada uno de los sitios seleccionados, detectándose cuatro casos positivos al virus de Influenza Aviar de baja patogenicidad, lo que confirma la importancia de la vigilancia de las poblaciones de aves para identificar la presencia del virus en el ambiente y tomar las medidas necesarias a tiempo”.
La autoridad además recordó que el SAG creó el Sistema Nacional de Bioseguridad para Establecimientos Pecuarios, con el propósito de mantener e incrementar el estatus sanitario de los principales rubros animales y asegurar la calidad sanitaria de los productos derivados de estos sistemas, siendo priorizado el rubro avícola debido a la emergencia de Influenza Aviar el 2023. Este programa busca conocer el estatus de bioseguridad en los establecimientos para detectar brechas que permitan el ingreso del virus al plantel y tomar las acciones necesarias para evitarlo.
Al respecto, el director regional (s) del SAG señaló que “durante el verano visitamos a las y los dueños de aves de corral de las zonas de riesgo, aplicando una pauta de evaluación para indicar qué cosas se están cumpliendo y cuáles se tienen que mejorar para evitar que las aves domésticas o industriales tomen contacto con las aves silvestres que es donde está circulando el virus”.
Por su parte, la seremi de Agricultura, Pamela Gatti, recalcó que "la emergencia zoosanitaria por Influenza Aviar continúa en toda la región del Biobío y el territorio nacional, por lo cual el SAG ha reiterado el llamado a los dueños y dueñas de aves a extremar las medidas de bioseguridad en sus instalaciones".
Para continuar protegiendo a las aves de corral el Ministerio de Agricultura, a través del SAG, recomienda:
-Mantener a las aves en un lugar protegido, aislado de animales, personas y aves silvestres.
-Proteger el agua y alimentos, ya que estos atraen a las aves silvestres
-Limpiar y desinfectar las instalaciones de las aves en forma periódica.
-Al ingresar aves de otros orígenes, mantenerlas separadas de las aves por 21 días.
-Controlar el ingreso de personas, utensilios, animales y vehículos a los gallineros
-Lavarse las manos con agua y jabón desinfectante después de manipular a las aves.