Región de Antofagasta, 18 de noviembre de 2013.- Víctor San Cristóbal iba rumbo a su trabajo ubicado en el sector del Cementerio Parque del Recuerdo, cuando se percató de la presencia de un loro que se encontraba atrapado por hilos de volantín.
“Me bajé del vehículo, lo tomé y lo lleve a mi casa. Cuando llegaron mis hijos el fin de semana, consultaron en Internet y se dieron cuenta de que el animalito estaba en peligro de extinción”, señaló San Cristóbal, quien alertado por la ilegalidad del animal, decidió concurrir de manera voluntaria hasta las dependencias del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
“Yo no llamé, me vine directo para el SAG, estoy conforme y feliz porque sé que el lorito va a pasar a mejor vida, no sé si lo liberarán o tendrá crías pero sé que es mejor. Conmigo se iba a morir de viejo, en cambio ahora podrá ser un productor o productora”, enfatizó.
El loro, de la especie tricahue argentino, Cyanoliseus patagonus, fue revisado por el médico veterinario del Servicio, quien determinó que el ejemplar se encontraba en regulares condiciones, presentando extrema delgadez, trastornos digestivos por alimentación inadecuada y además las plumas de vuelo de su ala derecha habían sido amputadas. En sus aspectos cognitivos, el ave se encuentra desorientado y está siendo estabilizado para su próximo envío a un centro especializado.
En tanto el Director Nacional del SAG, Aníbal Ariztía, destacó que “es indudable que el trabajo conjunto entre la comunidad y el SAG trae grandes beneficios respecto al oportuno rescate y reinserción de animales que se encuentran protegidos por ley. En este sentido, vale la pena destacar la actitud de los antofagastinos al demostrar que existe conciencia respecto a esta problemática, mostrando hasta el momento un espíritu bastante colaborador”.
Entregas
Durante los últimos meses las entregas voluntarias de animales protegidos al SAG han ido en aumento, entre octubre y noviembre se recibió un mono nocturno y un loro tricahue, evidenciando una conducta que deja en manifiesto el interés de la comunidad por la recuperación de estos animales.
El Director Regional del SAG, Alexis Zepeda Contreras, valoró esta conducta destacando el positivo impacto que ha tenido la estrategia comunicacional en la población de Antofagasta respecto a incentivar la entrega de animales que están sujetos a control o que se encuentran en peligro de extinción.
“Hemos visto, favorablemente, durante los últimos meses que las personas se están acercando a nuestras oficinas a entregar estos animales para que dispongamos de ellos en los distintos centros de rehabilitación y de rescate ubicados en Antofagasta y ciudades vecinas”, agregó el directivo.
A su vez, Zepeda Contreras señaló que hay una gran diferencia entre mantener un animal protegido y optar por la entrega voluntaria, pues la Ley de Caza multa las personas que mantienen de manera ilegal especies protegidas en sus hogares.
“La conducta cambia si una persona voluntariamente se acerca hasta nuestras oficinas a entregar este tipo de especies; por lo tanto, cambia también la actitud del Servicio y la probable concurrencia de multas”, enfatizó.
Cabe señalar que estas especies se encuentran protegidas por la Ley de Caza y amparadas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES). El comercio ilegal de este tipo de especies contempla multas que van desde las 3 a las 100 UTM, además de prisión en su grado menor a medio contra quienes incurran en este ilícito.