El subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes, llegó hasta las dependencias de la planta que utiliza la Técnica del Insecto Estéril (TIE), como método preventivo y de control para las plagas Mosca de la Fruta y Lobesia Botrana.
Un total de 24 millones de insectos estériles son distribuidos semanalmente por el Centro de Producción de Insectos Estériles (CPIE) del SAG a las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Metropolitana, con el objetivo de controlar la Mosca de la Fruta y la Lobesia Botrana en Chile. Así lo constató el subsecretario de Agricultura, José Guajardo Reyes, en el marco de su gira por Arica.
La autoridad llegó hasta las dependencias de la moderna planta, ubicada en el kilómetro 15 del Valle de Lluta, para conocer las ampliaciones que se realizaron a sus laboratorios, con el propósito de aumentar la producción de estos insectos machos que son liberados al medio ambiente para que se aparean con hembras silvestres sin que haya descendencia, lo que reduce la población causante de las plagas.
La jefa de la Subdirección de Operaciones del SAG, Grisel Monje, en tanto, reconoció que “somos reconocidos internacionalmente como un país libre de estas plagas, lo que nos permite estar en muchísimos mercados que son tremendamente exigentes, como por ejemplo, el asiático. Llegar hasta allá sin tratamiento, nos facilita el proceso exportador y permite que nuestra fruta sea recibida con una mejor calidad en los mercados de destino”.
El jefe de Producción del CPIE, Mario Jiménez, enfatizó en que la principal tecnología utilizada hoy en el centro es de índole biológica. “La cepa que producimos es modificada genéticamente, a la cual se han incorporado algunos genes que la hacen tener diferenciación entre machos y hembras”, dijo. Y detalló que “todos los lunes y viernes de cada semana entregamos un total de 16 millones de pupas estériles a la Región Metropolitana, siete millones a la Región de Arica y un millón 200 mil insectos a la localidad de Pica, en la Región de Tarapacá”.
EL CPIE cuenta con casi 29 años de funcionamiento ininterrumpido y obtuvo una inversión de 130 millones de pesos para ejecutar ampliaciones en sus laboratorios con el objetivo de continuar el aumento de su producción. Se espera que el trabajo que desarrolla este centro siga aportando en generar las condiciones propicias para la exportación de fruta chilena a mercados de alto valor y protegiendo el medio ambiente gracias a un uso reducido de insecticidas.